¿Cómo tratamos a la infancia?
- Asociacion Kankunapa
- 25 ene 2024
- 1 Min. de lectura
“Ya no me bailas, ni me cantas, eso es que te has hecho mayor ya”. Hace días escuché estas palabras de una persona adulta hacia una niña de 3 años recién cumplidos. La niña llevaba un rato largo cantando y bailando y siendo el centro de atención en una reunión de personas adultas, pero en un momento dado, como nos pasaría a cualquiera, se cansó y decidió sentarse.
Lo de cansarse y sentarse bien, lo de cantar, saltar y bailar libremente, todavía mejor. Ahora bien, la reacción de la persona adulta, un poco peor. Las palabras de la adulta mujer sonaron a reprimenda, a “sigue entreteniéndome”, a “haz cosas de niñas, que es lo que te toca y lo que a mi (como adulta) me apetece que hagas”.
Quizá haya gente que encuentre esta reflexión un poco exagerada, fuera de lugar o incluso quisquillosa, pero a nadie se le ocurriría decirle estas palabras a otro adulto o adulta. Y si lo escuchásemos de una persona adulta a otra persona adulta seguramente nos sonaría raro.
¿Por qué seguimos permitiéndonos tratar a la infancia de esta manera? Con “de esta manera” me refiero a pensar en que en todo momento han de hacer lo que a nosotros como personas adultas nos apetece que hagan.
Los niños y niñas son sujetos de pleno derecho, y como personas adultas urge que reflexionemos en cómo tratamos a la infancia y en cuantas ocasiones decidimos por ellos y ellas en situaciones en las que serían capaces de decidir por ellos o ellas mismas.





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